
Dar gran repaso a su vida nos llevaría abundantes páginas, y quizás aburriera a más de uno, así que contaremos una pequeña historia, que sucedió en Madrid durante las ferias de S. Isidro de 1924 y 1925, ambas un dieciséis de mayo; un relato de sangre y de triunfo.
16 de mayo de 1924, Madrid, el lleno era casi completo, y la
temperatura de pleno verano. En el primero de la tarde, Marcial Lalanda no
estuvo muy acertado y oyó una buena pita. En el segundo Nicanor Villalta, a
pesar de que la res no estuvo por la labor, fue aplaudido. Y llegó el tercero, ‘Rompelanzas’
de Santa Coloma, muy nervioso. Gitanillo emocionó a la asamblea con unas
verónicas, ceñidísimas y escalofriantes. Con los avíos de matar, dio muletazos
con ambas manos, derrochando valentía; pero el público más fiero aún que el
toro, no se conformó y pidió más actos de valentía. El torero clavó ambas
rodillas en tierra a corta distancia del hocico del Santa Coloma. Le dio dos
enormes pases de pecho sin alzarse de la arena. Al intentar otro muletazo más, ‘Rompelanzas’
se revolvió rápidamente y propinó enorme cornada, apreciable por el rastro de
sangre que dejó tras ser llevado a la enfermería. Braulio sufrió una cornada de treinta centímetros que le
rompió, entre otras partes, la vena femoral.

Quiero recomendar una página que hago en Facebook, donde hay
algo más de información:
Fuente: Hemeroteca ABC Madrid, biblioteca de Madrid.
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